martes, 24 de febrero de 2009

Revolutionary Road

Anoche vi Revolutiuonary Road, terriblemente traducida como “Todo por un sueño”. Me pareció una película interesante para analizar desde el punto de vista de la intimidad entre los sexos, según el libro que estoy leyendo “You’re Not What I Expected”, de Polly Young-Eisendrath, Ph.D.

Mrs. Wheeler, esposa de Frank Wheeler, tiene una idea brillante para revertir la monotonía en que han caído como matrimonio. El gran plan consiste en que él deje su trabajo (y ella, en cambio, empiece a trabajar) en una ciudad emblemática de la aventura y la pasión – un brindis “For Paris!”. Así, él tendrá tiempo para leer, pensar y encontrar el sentido de su vida. Pero sobretodo, podrá recuperar los siete años que ha perdido trabajando para mantener a su esposa y dos hijos – y volverá a ser el hombre soñador y aventurero del que ella se había enamorado (y del que ella se desencantó). Mrs. Wheeler elabora todo un plan para dar un giro a sus vidas, pero tomándolo a él como eje central de todos los cambios. A ella el cambio le llegará de rebote, como una mejora por añadidura, ya que ella no concibe colocarse a sí misma en el epicentro del cambio. Las acciones de Mrs. Wheeler se desprenden como una consecuencia de las acciones de su esposo, aún si es ella la que motiva y encauza estas acciones (como el mismo jefe de Frank reconoce, “a dónde estaríamos si no fuera por nuestras esposas”). Y es justamente eso lo que ocurre: ella diseña un plan, él engancha inicialmente, pero, ¿tiene la fuerza vital para llevar acabo este plan, o es un plan inspirado en una energía femenina que busca su propia razón de ser?
Al final, son las circunstancias las que se presentan como una excusa perfecta para que Mr. Wheeler - y por ende su esposa – conserven el estado de las cosas : un ascenso laboral y el embarazo no deseado de ella se interponen casual e inesperadamente en los planes de viaje. Él se escuda en este embarazo para no asumir el riesgo de la aventura y, vía chantaje emocional, mensajes de culpabilidad y acusaciones de desequilibrio mental, posterga la única salida a esta situación: el aborto.

Cumplidas las doce semanas de embarazo, Mr. Frank ha logrado su cometido: descartar la opción del aborto, restablecer el orden inicial de las cosas, regresar al trabajo, tomar desayuno con su mujer, y criar al hijo que ella lleva en el vientre. Lo que él no sabe, y los espectadores presenciamos através de una mirada que lo dice todo, es que Mrs. Wheeler ha tomado la decisión de seguir adelante con el aborto, hecho en casa según los métodos clandestinos de la época. La liberación para Mrs. Wheeler, a quien le cuesta aceptar que la maternidad no fue una decisión que ella tomara concientemente para ser feliz, llega con la muerte. Se libera del esposo, de sus dos hijos y de un futuro demasiado predecible e inalterable.

Lo que esta película demuestra es cómo una mujer ve su realización personal únicamente a través de la realización de su pareja masculina. Cuando el sentido de la vida se ha perdido, solo queda buscarlo a través del Otro, proyectando en él todos los deseos de cambio, las energías renovadoras, la fuerza vital y el coraje, la determinación para creer y lograr lo imposible. Ella supeditó estas emociones a la voluntad de él y con eso ella se mató a sí misma. La muerte por el aborto es en realidad una metáfora de la muerte del sentido de la vida que ocurre cuando los sueños propios son relegados a un segundo plano, sea por temor, sea porque simplemente no sabemos cómo poner en palabras, mucho menos en acciones, la realización de que el sentido de la vida es algo que se construye a base de elecciones concientes y propias, y no en función de otros.

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente crítica. Diste en el meollo del asunto. El más lúcido de todos, más aún que la misma Mrs Wheeler, era el "loco", quien veía claramente y sin condescendencias, la mentira del gran sueño americano en el que todos estaban tratando de calzar, a costa de su autenticidad, con tal de no tener que arriesgarse. El pone en evidencia la manipulación, autoengaño y falta de coraje de Mr. Wheeler, pero también acusa a Mrs. Wheeler de merecerlo... Esa parte no la había comprendido, -después de todo ella fue la instigadora del plan revolucionario. Pero con tu crítica ya comprendo el reclamo: el "Loco" la acusa a ella, por delegar la responsabilidad de cambio en él, por quedarse relegada esperando, amargada y resignada sin tomar acción. Gracias por tu reflexión, qué buena película.
-PIA